A la Costa Brava se puede llegar a través del aeropuerto de Barcelona, pero el más cercano es el de Girona. Los traslados no son difíciles de encontrar. Alquilar un coche es altamente recomendado si prefieres explorar a tu aire, pero si solamente vas a estar en la playa y alrededores, el servicio de autobús local es suficiente.
Si buscas una preciosa costa con comida y bebida al mismo nivel y además mucha diversión, lo encontrarás en Costa Brava. Mientras Tossa de Mar cuenta con rocas escarpadas y zonas montañosas, Pineda y Calella son una mezcla idílica entre lo viejo y lo nuevo. Con calles empedradas a través del casco antiguo de los pueblos, y pintorescas iglesias con señalización antigua, es fácil imaginar cómo era la vida tradicional en estos lugares.
Si el jet skii suena demasiado intenso, puedes decidir ir a playa Fenals. Es más pequeña que la playa de Lloret, pero es mucho menos turística, una mejor opción para familias y parejas buscando un plan más relajado. Tendrás mucho más sitio para estar más tranquilo, y con algo de suerte podrás tumbarte cerca de los árboles, que te darán sombra cuando más calienta el sol.
Situada en su zona más concurrida, la playa de Lloret se llena de color gracias a las sombrillas y toallas de todos sus visitantes. Encontrarás allí un sinfín de actividades a realizar como excursiones en barco o jet ski. Los bares y tiendas están nada más cruzar la carretera detrás de la playa, así que refrescarse no será tarea difícil.
Esta playa tiene Bandera Azul. Playa Treumal es la más natural de las tres mencionadas. Es una pequeña bahía con árboles allí donde termina la arena. No encontrarás muchas cosas aparte de la playa, pero la calidad de la arena y del agua merecen la pena.
En la segunda mitad de julio, cada año Blanes organiza su festival internacional de fuegos artificiales. El evento dura tres noches en las que más de 500 kilos de pólvora iluminan el cielo. Pirotécnicos de todo el mundo compiten para mostrar sus mejores creaciones. Evidentemente verlos es gratis. ¿Buen plan, no?
Desplázate hasta Tossa de Mar y disfruta del concurso de pintura rápida. Este evento es tradición, y los mejores pintores de Catalunya se dan cita para pintar cuantas obras deseen durante 12 horas. Paséate por la costa y ve parándote a ver su progreso, ¡tal vez acabes comprando uno o dos cuadros!
Piérdete unas horas explorando y disfrutando la paz y tranquilidad de estos jardines. Este jardín tomó forma hace ya más de cien años, aunque nadie lo diría con lo bien cuidado que está. Allí encontrarás estatuas de mármol y una gran variedad de flores, un precioso espectáculo.
Situado al final de Lloret de Mar encontramos Water World, un impresionante parque acuático. El parque tiene piscinas, ríos, toboganes, columpios, túneles… ¿Nos dejamos algo? Todas las atracciones están catalogadas en tres niveles de intensidad, para que sepas exactamente a qué te enfrentas. Allí también podrás comer en sus restaurantes y bares y aprovecharte de su parking gratuito o los autobuses que te dejarán en la puerta.
A tan solo una horita en coche o autobús te habrás plantado en Barcelona, la ciudad Condal. La ciudad tiene infinidad de atracciones como el Camp Nou, donde semana sí y semana también brillan estrellas de la talla de Messi o Iniesta o la mundialmente conocida Sagrada Familia de Gaudí. Si prefieres aprovechar para hacer tus compras puedes desplazarte hasta la Illa Diagonal o ir a las distintas tiendas que rodean la Plaza Catalunya, seguro que encontrarás lo que buscas.